¿Cómo es posible que una comida con mucho colesterol y toda una gama de tapa arterias pueda salvar una vida? ¿Acaso tiene una propiedad nutritiva desconocida por muchos? ¿Carbohidratos? ¿Magia?
Si quereís saber, continúa leyendo...
Jean Wilson, de Memphis (Tennesse) era una mujer de costumbres y tradiciones. Una tradición que le salvó la vida. Consistía en llamar a Domino's todos los días para pedir la misma pizza a la misma hora (y por el mismo canal). La señora Wilson llevaba 3 años pidiendo la misma pizza de peperoni todos los días, sin exepción alguna.
Un día el teléfono no sonó, los empleados se preocuparon. ¿Qué sucedió? Se cansó de comer pizza o le cortaron el teléfono, nadie sabía. Pero una cosa era seguro; Susan Guy, la repartidora habitual de Wilson, esta bastante preocupada.
Tres días pasaron y el telefono empezó a recolectar polvo, preocupados llamaron a la puerta de su casa y nada, llamaron a los vecinos y nada; nadie había salido ni entrado en los últimos días. Pero el instinto de peperoni y queso de Susan le decía que algo olía mal, y no estaba quemado. Se armó de valor y llamó a la policía, que procedió a tumbar la puerta de la casa, encontrando a la señora Wilson tumbada en el suelo. Al parecer la anciana mujer había tropezado, se había caído y no había podido levantarse en tres días.
Ya saben muchachos, la pizza es buena.
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