Por lo visto la anciana estaba buscando cobre para venderlo como chatarra cuando cortó un cable subterráneo de fibra óptica que suministraba la conexión a la Red entre Georgia y Armenia, cortando el acceso a internet del segundo.
La empresa que mantiene el cable, Georgian Telecom, dice que el daño al sistema informativo nacional fue serio, y que el 90% de los usuarios en Armenia se encontraron sin conexión a la Web durante casi 12 horas. "No entiendo como logró encontrar el cable", asegura el jefe de marketing de la empresa, Giorgi Ionatamishvili. "Está totalmente enterrado en el suelo".
Fue detenida poco después del suceso aunque las autoridades decidieron dejarla en libertad debido a su avanzada edad hasta que se celebre el juicio en el que podría ser condenada a tres años de prisión.
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